– Dos personas, que no se conocen entre sí, me han recomendado la misma película. ¡Curioso! ¿Verdad?

– Las casualidades no existen.

– ¿Eso qué significa?

– Nada ocurre porque sí. Ya lo decía Einstein “Dios no juega a los dados”. Y es verdad. El azar en nuestra vida no existe. Las cosas que suceden, suceden por algo y para algo. Habitualmente sólo nos preguntamos el “por qué ha sucedido esto o lo otro”, pero el “para qué” lo dejamos de lado. Muchas veces el porqué de lo que nos sucede lo sabemos. He suspendido este examen porque no he estudiado. Me he roto la pierna porque me he caído del columpio. Y así en miles de cosas, sabemos qué es lo que lo ha causado, pero el para qué ni nos lo planteamos. ¡Hombre! Algunas sí. Estudio toda la tarde para aprobar el examen y así aprobar la asignatura. Me pongo guapo o guapa para ligar con ese chico o esa chica que me gusta. Este tipo de porqués sí que nos lo planteamos, pero hay otros que ni se nos pasan por la cabeza. ¿Te has preguntado alguna vez para qué has suspendido ese examen? O ¿para qué me equivoco de calle? ¿Para qué no encuentro sitio para aparcar? ¿Para qué me pierdo? ¿Para qué no encuentro ese libro que estoy buscando? Hay millones de “paraqués” que ni nos plantemos.

– Es verdad. Yo nunca me he preguntado por los paraqués de las cosas.

– Y yo te pregunto. ¿Para qué no te lo has preguntado hasta ahora? ¿Para qué lo estamos hablando ahora mismo tú y yo?

– ¿Entonces me estás diciendo que todo tiene su para qué?

– Sí. Pero es lo que te decía. No estamos acostumbrados a preguntarnos los paraqués de las cosas. No le damos sentido a lo que nos pasa. Pensamos que pasan porque sí y ya está.

– ¿Me puedes poner un ejemplo por favor?

– Imagina que vas a clase y llegas tarde, con lo cual no puedes pasar. La pregunta sería clara. ¿Para qué llegaste tarde? ¿Para así no ver al profesor que te tiene manía? ¿Para suspender y así justificar que necesitas ir a la academia donde imparten lo mismo? ¿Para tener tiempo libre y poder tomarte un café tranquilamente? ¿Para ver a esa chica que te gusta y ligar con ella?

– ¡La leche! La cantidad de paraqués que se te ocurren en un momento.

– Esto pasa con todo. Todo tiene sus paraqués.

– ¿Entonces para qué dirías tú que me han recomendado la misma película dos personas?

– La primera que se me ocurre es para que aprendas algo de ella, saques algo de ella que te puede resultar interesante, que te sirva para algo. Pero hay infinitos paraqués. Para que veas los dibujos animados que hay en ella y te inspiren para dibujar los que estás haciendo tú. Para que así vayas a ese cine donde la están poniendo y conozcas a la taquillera de la entrada. Para que aprendas lo que esa película está enseñando. Para que aproveches el tiempo que estás en casa y lo disfrutes. Para que no estés todo el rato pensando en el trabajo. Y así hasta infinito. Qué intención tenían esas dos personas cuando te recomendaron la película es lo que no sé. Porque además, el motivo por el que te la recomendaron no tiene que ser el mismo. Lo más probable es que cada uno de ellos tenga su propio paraqué.

– Pero porqué dos personas.

– Como en un texto cuando te encuentras algún fragmento en negrita o con subrayado. Para hacértelo ver con más claridad. Para que prestes más atención al hecho de ver la película y la veas.

– ¿Entonces esto pasa en todo lo que nos sucede? Algún día tenemos que hablar más de esto.

– Claro. Cuando tú quieras.

-Sara Estébanez-

 

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