Tu realidad depende de qué quieras mirar y en qué te quieras centrar. Es sobre lo que hablamos, pero muchas veces no somos conscientes de ello y nos resulta complicado demostrarlo científicamente. Pero la física nos ayuda a comprender cómo creamos nuestra realidad. Fíjate.

Los objetos se comportan como partículas. Están ahí físicamente, palpables, quietos, ahí a tu lado. Pero las ondas no. Sí tú oyes el sonido de una bocina o el de la televisión, pero no lo puedes tocar físicamente. Tus oídos perciben esas ondas. Pero si te vas de la habitación y vuelves al rato, las ondas no estarán ahí mientras que el sofá sí. En definitiva, lo sólido se comporta como partícula, es palpable. Y el sonido o el aire, se comportan como ondas. Hasta aquí perfecto, pero cuando vamos a lo pequeño la cosa cambia.

La física cuántica, es la física de lo pequeño. Analiza las cosas cogiendo sólo los electrones, una mínima parte de los átomos. Si recuerdas, en el colegio nos enseñaron que eso era la materia, la suma de millones y millones de átomos formados por electrones que giran alrededor de un núcleo formado por protones y neutrones y ya está. Pero para la investigación sobre las ondas y las partículas, la física cuántica coge sólo los electrones. ¿Y qué pasó cuando sólo cogieron los electrones? Que la cosa cambió. El experimento de la doble ranura ayudó a los físicos a comprobar que el comportamiento de los electrones cambiaba en función de que los observes o no. Si miraban cómo actuaban los electrones, se comportaban como partículas, pero si las dejaban y no las miraban, éstas se comportaban como ondas. Por supuesto, esto les volvió locos. Un experimento había corroborado que en función de lo que hiciese el observador, ellos, así se comportaban los electrones.

Claro, seguro que tú te estás preguntando por qué te pongo todo esto aquí. ¿La física? ¿La física cuántica? ¿Qué tiene que ver con todo lo que hablamos en nuestros artículos y nuestros cursos? La respuesta es “MUCHO”. ¿Por qué? Porque el observador hace que cambie el comportamiento de los, electrones, una pequeña parte de los átomos. Es decir, nuestra realidad cambia en función de cómo la miremos nosotros. ¿Cómo es esto? Te cuento.

Decíamos que el electrón se comportaba como onda o como partícula, pero es un poco más. No es una disyuntiva de o lo hace de un modo o lo hace del otro, sino que es una suma. Los electrones, nuestra realidad, se comportan como onda y como partícula a la vez. Tengo una buena relación con mi jefe y mi relación con él es asquerosa. Las dos a la vez. Pero, como demostraron los físicos, sólo somos capaces de ver una de las dos posibilidades. La que nosotros elijamos. Es puro principio de Mentalismo, aquello en lo que me centro, es lo que veo y la causa de lo que sucede a mi alrededor, y también a mí mismo. Es el principio de Polaridad. Elijo ver esta realidad o elijo ver esta otra. La que yo quiera.

¿Conclusión? Tu realidad depende de qué quieras mirar y en qué te quieras centrar. ¿Cuál eliges ver? Todo depende de ti.

-Sara Estébanez-

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