No somos conscientes de hasta qué punto heredamos de nuestros ancestros.

Solemos asociar la palabra “herencia” sólo a lo que físicamente heredamos en nuestro testamento o al hecho de que nuestro cuerpo sea el que tenemos y no otro. Pero lo que heredamos va más allá. Todas las acciones y decisiones de nuestros antepasados tienen consecuencias en nosotros mismos.

Es habitual que tengamos conflictos con alguien y lo dejemos pasar. Lo ignoramos y nos olvidamos del tema. Lo que pasa es que no somos conscientes de ello. Ahí está. Y si no lo sano, alguno de mis descendientes, ya sean hijos, nietos, sobrinos… lo heredará. Discutirá con otras personas y romperá relaciones porque eso es lo que ha heredado: tener conflictos.

Y lo mismo sucede con otros temas. Lo que nosotros no sanemos, se lo dejaremos a las generaciones posteriores.

¿Que gasto dinero a mansalva? ¿Estafo o robo a alguien? Muy posiblemente alguno de mis hijos o nietos tenga problemas de dinero.

Si no cuido mi salud, lo más probable es que alguien de mi descendencia tenga problemas de salud.

Y así infinitamente, nuestros actos y decisiones no sólo nos repercuten a nosotros, las posteriores ramas de nuestro árbol genealógico también sufren las consecuencias. De hecho, muchas veces vemos en una lectura de Registros Akáshicos o en una Constelación Familiar cómo el bloqueo por el que está preguntando el consultante es algún patrón que ha heredado de alguien de su árbol.

Y lo mismo, si el consultante no sana dicho bloqueo, se lo estará “regalando” a sus sucesores. O sanas aquello que te está bloqueando o esas heridas quedan abiertas para que generaciones posteriores lo tomen y lo sanen. ¿Cuántas veces será un tema heredado y perteneciente a mi árbol genealógico? Tantas veces como no sea sanado. Seguirá ahí generación tras generación, hasta que alguien, desde el corazón cure y sane esa herida.

Por eso es tan importante que no hagas daño a nadie, que sanes tus traumas, perdones a quien te hizo daño, que te disculpes a quien dañaste, que tengas una relación sana con el dinero, que pagues lo que debes y no quedarte en deuda con nadie, ni con nada…

Tus descendientes te lo agradecerán.

-Sara Estébanez-

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