Estamos acostumbrados a la idea de que si tú ganas, yo pierdo. O a la inversa, que si yo gano algo, tú pierdes. Pero, también hay otra opción, que tú y yo ganemos. ¿La conoces? ¿La has experimentado alguna vez? Se llama win and win. Ejemplos hay miles. Pongamos un empresario/a y un cliente/a.
Cuando alguien me vende algo que necesito a un precio adecuado y de buena calidad los dos estaremos ganando. El vendedor o vendedora estará generando unos ingresos y yo estaré adquiriendo algo que necesitaba. Pero es más, si me trata bien, me sentiré a gusto comprando en esa tienda, con lo cual la próxima vez que necesite algo, volveré a esa misma tienda, con lo que esa marca vendedora estará ganándose un nuevo cliente. Y digo “marca vendedora”, pero puedo hablarte de una tienda, un restaurante, una peluquería… Si tú me das lo que necesito y lo que me das resulta de mi agrado, volveré a ti la próxima vez que necesite de algo similar.
El problema es lo que te comentaba al principio, estamos acostumbrados a que si tú ganas, yo pierdo. O que para ganar yo, tú has de perder. Pero esto no siempre es así.
Mira, te propongo un juego para que practiques con otra persona.
- Coged dos globos y una aguja cada uno.
- Inflad vuestros globos.
- 60 segundos después de inflar vuestros globos, deberéis conseguir que vuestro globo quede inflado.
¿Qué es lo que pasa con este juego tan sencillo? Cuando cogemos los globos y las agujas y tenemos el objetivo de que debemos de conseguir que nuestro globo siga inflado transcurrido el tiempo del juego, lo primero que pensamos en pinchar el globo de la otra persona. Así, si lo pinchamos, el nuestro permanecerá en perfecto estado y en suyo estará roto. Pero, ¿y si ninguno de los dos intenta pinchar el globo de la otra persona? ¿Qué pasaría? Que los dos globos quedarían inflados, ahí impolutos.
Y esta es nuestra realidad. Podemos intentar pinchar el globo de la persona que tenemos al lado nuestro para dejar el nuestro perfecto y así ganarle. O permitir que los dos globos estén inflados y así ganar los dos.
Esto que parece tan idílico no lo es tanto. Se puede llevar a cabo fácilmente.
- Si somos respetuosos con la otra persona, los dos estaremos más cómodos y la relación entre ambos nos resultará más agradable.
- Si somos honestos establecemos una relación de confianza mutua, ahí estaremos ganando ambos y nuestra relación es más poderosa.
- Si buscamos un objetivo común y buscamos el cómo complementarnos mutuamente y no tratamos de competir con la otra persona, llegaremos con mayor facilidad a la solución en cualquier situación. Seremos como dos piezas de un puzzle que se unen formando un Todo.
- Si somos flexibles, los dos ganaremos. No siempre damos con la pieza correcta a la primera, con lo que si nos abrimos a otras posibilidades y somos creativos a la hora de resolver un problema nos resultará más sencillo llegar a dar con la clave de la situación.
-Sara Estébanez-
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