Cada vez que hemos hablado del Principado de Correspondencia lo hemos dicho. Toda causa tiene un efecto, y todo efecto tiene una causa.” Esto no es una frase inventada por nosotros. Es una cita textual de “El Kybalion“. Libro escrito por los alumnos de Hermes Trismegisto en el S. III a.C.  ¿Por qué digo esto? Os cuento.

El otro día estaba hablando con una amiga sobre la permanencia o no en un estado emocional. No entendía cómo podía ser que una persona que está deprimida y sin ganas de hacer nada no fuese a un psicólogo o no pidiese ayuda.

Está ahí, encerrada en casa, sin ganas de hacer nada, contando lo mal que se encuentra. Esta situación no es de ayer. Lleva mucho tiempo de este modo. Se encuentra ahí, en un pozo profundo de desgana y desánimo. Pero no hace nada para salir de él. Está enfrascada en su problema y de ahí no se mueve.

¿Por qué crees que sucede esto? No te voy a dar la respuesta. Veámoslo con otro caso, pero a la inversa a ver qué respuesta me darías a esta pregunta.

Pongamos el caso de una persona que se encuentra en el lugar que desea. Con sus sueños cumplidos. Haciendo lo que realmente siente que debe hacer. Con las personas y en el lugar que siempre deseó. En una situación económica en la que no tiene que preocuparse en qué invierte su dinero. Incluso le sobra para darse sus caprichos. En definitiva, se siente realizada en todos los aspectos de su vida. ¿Crees que esta persona se querría mover de donde está? ¿Cambiaría las compañías? ¿Bajaría su nivel de ingresos? ¿Haría algo que no le hiciese sentirse realizada? ¿Tú qué crees? Estoy segura de que tu respuesta es “NO”. ¿Cómo va a querer alguien que se encuentra cumpliendo sus sueños cambiar nada de su realidad? Analízalo. Imposible. ¿Verdad?

Ahora volvamos al caso de la persona que está sumida en una depresión y no hace nada para salir de ella. Y te hago la misma pregunta. ¿Por qué crees que sucede esto? ¿Por qué continúa en ese estado? Sencillo, porque ahí está sacando algún beneficio. Si no, no estaría ahí. ¿No te parece?

Estando en el papel de “Víctima” se obtienen unos “beneficios” que estando en el papel de “Triunfador” no se tienen. ¿Cuáles podrían ser? Se convierte en el centro de atención de los demás. Se puede permitir “el lujo” de librarse de algunas de sus obligaciones. Y así un largo etcétera. Por eso sigue ahí.

Pero esto no sólo sucede en el caso de una persona deprimida y que no hace nada para salir de ese estado o en el de alguien que se encuentra cumpliendo sus sueños y se mantiene ahí in secula seculorum. Esto sucede en cualquiera de las circunstancias reiteradas en las que nos encontramos y de las que no salimos. Seguimos ahí porque algún beneficio estamos obteniendo en ella. Si no, ya habríamos salido de ella y la habríamos cambiado por otra.

Por eso te invito a que, analices qué beneficios estás obteniendo en cada aspecto de tu vida. Sobre todo, cuando te encuentres en una situación que te desagrade. Busca qué te está aportando. Cuando lo sepas, y si quieres salir de ella, busca otro modo de obtener ese mismo beneficio. Esto te dará las pistas de cómo cambiar esa situación que te fastidia por otra que te resulta más placentera.

Continuará…

-Sara Estébanez-