¿Te ha pasado alguna vez que nada más ver a alguien, sin conocerle de hada, has tenido la sensación de que no te caía bien? ¿O has pasado por un sitio y te ha hecho sentir rechazo sin saber ni cómo ni por qué? Seguro que contestas que sí. Y en verdad es así.
Todo vibra. Todo tiene su propia vibración. Por eso, cuando te acercas a alguien o pasas por algún sitio, sientes cercanía o rechazo hacia esa persona o cosa. Esto se debe a que estás percibiendo su vibración. Pero claro, no sólo eso.
Al percibir su vibración, independientemente del tipo que sea, tu cuerpo lo que hace es “analizar” si ésta se encuentra en armonía con la tuya propia o no. Si estáis en “la misma onda”, tus percepciones serán de agrado. Pero si no es así, sentirás repulsión y no querrás estar cerca de esa persona o lugar.
Es como los instrumentos musicales. ¿Has ido alguna vez a un concierto de música? Si te has fijado, lo primero que hacen los músicos es afinar sus instrumentos. ¿Para qué? Para estar todos en la misma vibración. Para que cuando tocan la música que van a interpretar suene en armonía y no desentone.
Pero es más, no sólo las personas, los lugares o la música tienen su propia vibración. Todo tiene su propia vibración, hasta las palabras. Sí, sí, has leído bien, las palabras tienen su propia vibración. ¿Quieres comprobarlo? Haz el siguiente ejercicio:
Siéntate en un lugar tranquilo donde sepas que nadie te va a molestar. Cierra los ojos y dite mentalmente algo que para ti sea cierto al 100%, por ejemplo, “Estoy sentado/a”. Y escucha lo que dice tu cuerpo.
¿Cómo notas la boca del estómago? ¿Y la espalda? ¿Tus manos y tus brazos? ¿La garganta y el cuello? Vete recorriendo todo tu cuerpo. ¿Cómo percibes cada parte de tu cuerpo ante esta frase que sabes que es cierta sí o sí?
Después, repite esto mismo, pero esta vez hazlo con algo que sepas que es falso. Dite mentalmente una frase que sepas a ciencia cierta que NO es cierta, por ejemplo: “Me encuentro de pie.”. Y párate a escuchar cómo vibra tu cuerpo ante estas “mentirijillas” que te estás diciendo.
¿Percibes lo mismo? ¿Tienes las mismas sensaciones cuando la frase que te estás diciendo es verdadera a cuando es falsa? Seguro que no.
¿Por qué sucede esto? Sencillo. Porque cada palabra tiene una vibración. Y si tú internamente te dices internamente cosas que para ti son ciertas, tu cuerpo vibrará en armonía con ello. Pero si son falsas, las rechazará y se contraerá repudiando aquello que tú ya sabes que no es así.
Pero aún hay más.
No sólo está el hecho de que para ti sea cierta o no una frase o una palabra. Toda palabra tiene su propia vibración, su propia energía, independientemente del pensador. ¿Cómo es esto? Veámoslo.
Si cogemos varios vasos de agua y les pegamos diferentes palabras, una a cada uno, la estructura molecular de los átomos de agua de cada vaso será diferente. Increíble, pero cierto. Si quieres saber más sobre el tema, te invito a que veas el siguiente vídeo de Masaru Emoto y que leas algo sobre el estudio que hizo sobre los mensajes del agua.
Pero este vídeo sólo es una pequeña muestra de todo su trabajo. En youtube puedes encontrar un montón de vídeos sobre sus investigaciones. También tienes la película “¿Y tú qué sabes?” en la que podrás profundizar más sobre el tema.
Esto nos lleva a una conclusión muy clara, tenemos que tener muuuuucho cuidado con lo que nos decimos a nosotros mismos y a los demás. Aunque creamos que no nos afecta, no es cierto. Todo lo que nos decimos y pensamos de nosotros mismos nos influye. Altera nuestro estado de ánimo perturbando nuestra paz mental. A nivel corporal provoca todo tipo de dolencias y malestares. Y así un infinito conjunto de efectos secundarias gracias sólo a nuestros pensamientos.
Por ello te invito que a partir de hoy trates de decirte cosas positivas. Aunque no las creas como ciertas. Ya llegará el momento en el que todos tus átomos integren esa nueva información y todo tú vibres en ese nuevo pensamiento positivo sobre ti y tu vida.
Lo importante es que seas feliz y para ello elevar tu vibración es una de las claves.
-Sara Estébanez-
Si quieres saber más sobre este tema, tenemos dos talleres en los que podrás profundizar más. Aquí te dejo los enlaces para que los veas.