Hoy vamos a ver uno de los principios del que menos conciencia tenemos. Os cuento por qué.
Como hemos ido viendo en los últimos artículos sobre los principios herméticos, los creadores de nuestra realidad somos nosotros con nuestros propios pensamientos (Principios de Mentalismo y de Correspondencia). Pero hay más. Nuestras acciones también juegan un papel muy importante y tienen sus consecuencias. No podemos olvidarlo.
Sé que muchos de vosotros estáis de acuerdo conmigo en esto. Todos tus méritos son tuyos y de nadie más. Los has conseguido gracias a tu esfuerzo y tu tesón. ¡Enhorabuena!
Sin embargo, con los fracasos sucede lo mismo. Son de tu propiedad. Tus pensamientos y tus actos son los que te han llevado allí. Pero cuando hablamos de ellos, solemos eludir responsabilidades culpando a los demás. Somos muy dados a ello. Culpamos al profesor por suspendernos o a nuestra pareja por la disputa o por ser infiel. Nos hacemos las víctimas con tal de no asumir nuestro papel de creadores de lo que acontece en nuestra vida. Es más cómodo tratar de hacer ver a los demás y a nosotros mismos que son los otros los responsables de todo. Pero no nos llevemos a engaño, cada uno es el creador de su propia realidad.
Nuestro presente es el resultado de nuestras acciones y nuestros pensamientos del pasado. Con lo que si no me gustan las experiencias que estoy viviendo en la actualidad, tendré que rebobinar y analizar qué es lo que he pensado, dicho y hecho para que esté viviendo los acontecimientos actuales. Después, una vez tome conciencia de mis pensamientos y mis acciones, deberé deshacer lo andado hasta ahí y adoptar nuevas actitudes.
Es como cuando vamos por un bosque y de repente el camino que estábamos transitando llega a su fin y no llegamos a donde deseábamos. Nos damos la vuelta. Desandamos lo andado. Buscamos el punto en el que nos confundimos. Vamos hasta la bifurcación donde elegimos ese trayecto y tomamos otro.
Esto que lo vemos tan sencillo dentro de un camino por el bosque, muchas veces nos resulta muy complicado detectarlo en nuestra vida real. Veámoslo con un ejemplo para que quede más sencillo.
Pongamos por caso una persona que no encuentra pareja.
Los motivos por los que no la consigue pueden ser varios. Analicémoslo. ¿Qué pensamientos tiene sobre el hecho de formar pareja?
Muchas veces creemos que podemos “perder” más que ganar cuando nos juntamos con alguien. Hay personas que creen que al mantener una relación estable ya no van a poder disponer de tiempo libre para ellas, o que el otro le va a robar sus riquezas más preciadas (tiempo, dinero, amigos…). O a la inversa, cree que no merece estar con nadie o que no dispone de las cualidades necesarias para estar con la persona que ama.
Aquí el principio de mentalismo está funcionando en toda regla. Si internamente, aunque sea a nivel inconsciente, tenemos pensamientos y/o creencias negativos sobre lo que ansiamos lograr, difícilmente lo conseguiremos.
Pero aún hay más. El principio de Causa – Efecto también tiene sus efectos en todo ello.
¿Tuviste pareja en el pasado? Si es que sí, ¿cómo te comportaste con ella? ¿Qué hizo que la relación se rompiera? Ahí tienes una de las claves. Tendrás que desandar aquello en lo que fuiste responsable para poder lograr volver a tener pareja. Es como el ejemplo del camino por el bosque. Tienes que deshacer el entuerto que te ha llevado hasta donde estás para luego encaminarte exitosamente hacia donde realmente deseas estar.
Pero hay más preguntas. ¿Has superado su pérdida? Toda separación necesita de un proceso de “duelo”. Normalmente hablamos de él en caso de muerte, pero el duelo en realidad es para todo aquello que se va de nuestras vidas. Y, lamentablemente, el ser humano no suele estar preparado para ello. Por eso te hago esta pregunta. ¿Realmente has superado el que tu relación pasada se rompiese? Si no es así, difícilmente podrás encontrar a otra persona con la que compartir tu tiempo como realmente deseas.
Luego también están las personas que quieren un tipo de pareja especial: que sea de tal manera o haga tal cosa. Para todos ellos hay algunas cuestiones que me gustaría plantearles. ¿De qué tipo de persona se suele enamorar tu prototipo deseado? ¿Cumples sus expectativas? ¿Estás a las alturas de sus circunstancias y de sus requerimientos? Porque si no los cumples, difícilmente conseguirás estar con ella.
La clave de todo es la siguiente: has de generar las CAUSAS necesarias para lograr el EFECTO que tanto ansías.
-Sara Estébanez-
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