¿Te cuesta perdonar?

¿Crees  que todo lo que te sucede es por culpa de los demás?

¿Crees que la vida es injusta y no te mereces vivir lo que estás viviendo?

¿Desconfías de los demás?

No te creas que eres la única persona a la que le pasa. Somos humanos y muchas veces nos cuesta aceptar las cosas tal y como son. Entramos en el plan de víctima y culpabilizamos a los demás de todos nuestros problemas.

El resentimiento es algo que vemos muchas veces. Ya no sólo con algún familiar, también se da entre compañeros/as de clase, vecinos/as, incluso entre amigos/as.

La persona se siente tan dolida por el daño que le ha ocasionado esa persona, que no puede dejar de pensar en ello. Se siente víctima de lo acontecido. Responsabiliza al otro de todo lo que ha pasado. Como si ella no hubiese hecho nada.

Pero no es sólo eso. Ese resentimiento guardado puede llevar a la persona a sufrir de trastornos reumatológicos, tensiones corporales en la boca (bruxismo) o en las manos, problemas de piel… Incluso puede llevarla, hasta sumirse en una profunda depresión.

El problema es que hasta que la “víctima”, la persona que ha sufrido ese dolor, no perdona a su agresor o lo sucedido, fuese del tipo que fuese, difícilmente podrá quedar en paz y sentirse bien con lo sucedido. Cualquier resquemor de resentimiento es como una pequeña llama puede “reavivar las brasas del fuego” y devolverle a la ira y a ese sentimiento de odio y deseo de venganza.

Sin perdón no hay sanación. Y eso es a lo que ayuda la toma de la flor de Bach Willow. A perdonar y a sanar esa herida.

Además, le permite ver que como es adentro, es afuera. Lo que le ayuda a ver la situación vivida desde otro punto de vista. Y percibir cómo sus propias actitudes han contribuido a vivir esa experiencia.

-Sara Estébanez-

También puedes seguirnos y ver nuestras publicaciones en:

https://www.facebook.com/relacionesdepareja

https://www.facebook.com/comprendiendolarealidadcom

https://www.instagram.com/sexualidad_crecimiento/