La vida es un continuo Dar y Recibir. Todo oscila entre estos dos parámetros. Entre ellos debe de haber un equilibrio para que las personas nos sintamos bien con nosotros mismos y nuestra parte energética este equilibrada.
Es bastante común que las personas tengan mejor entrenado el Dar que el Recibir. Les cuesta trabajo tomar conciencia de que son merecedores de Recibir todo lo bueno que haya en la vida.
Os pongo un ejemplo. Imaginaos que desempeñáis un trabajo, el que sea, y alguien viene deciros que lo hacéis muy bien. Alguien que sepa Recibir halagos, dirá “gracias”, simplemente, “gracias”. Pero una persona que tenga dificultad para recibir los halagos empezará “no es para tanto, era muy fácil, lo hace cualquiera….”. Seguro que todo esto te suena de algo, ¿verdad?
Uno de los aprendizajes de la vida es entrenar la dualidad Dar – Recibir. Es fundamental para las personas. Para ser capaces de recibir del exterior antes tengo que aprender a recibir de mí mismo. Tengo que ser capaz de reconocerme las cosas que hago bien, darme cumplidos y recibirlos animosamente.
Os propongo un ejercicio para estos días. Bueno mejor dos.
El primero consiste en simplemente decir “Gracias” cuando alguien me dice algo bueno, y ver qué le pasa a mi cuerpo. Os animo a probar.
El segundo es empezar a darte halagos a ti mismo e ir notando cómo reacciona tu cuerpo ante esas palabras. Es probable que al principio notes sensaciones extrañas e incluso incómodas. Por tu cabeza seguro que pasa “si, esto no es verdad, para qué lo hago”. Simplemente prueba. No pretendas creértelo desde el principio. Tu tan sólo dite halagos durante unos días, a ser posible, unos 21 seguidos. Y ve tomando notas sobre cómo responde tu cuerpo.
-Ruth Fernández-
Si quieres saber más sobre este tema, tenemos dos talleres en los que podrás profundizar más. Aquí te dejo los enlaces para que los veas.
Comprendiendo la Realidad Básico
Comprendiendo la Realidad en Pareja