Como comentábamos en el anterior artículo,
nuestras experiencias actuales son las consecuencias de lo que hemos hecho, dicho, pensado, creído… en el pasado. Evidentemente, lo que ya ha acontecido no lo podemos cambiar. Lo que sí podemos cambiar es lo que hacemos después de vivir dichas consecuencias. Las podemos ver como resignación: “esto es así porque sí”, “yo no puedo hacer nada”, “la culpa es de los demás”… O las podemos ver como trampolín para generar aquello que realmente queremos alcanzar. En este artículo es lo que vamos a analizar.
Hoy es el ayer de un futuro próximo, con lo que hoy está en mí realizar todo lo necesario para alcanzar aquello que deseo y estar en donde realmente quiero. Si no he alcanzado aquello que me propongo es porque no he llevado a cabo las acciones necesarias que me lleven a ello. He aquí la causa. Pero si averiguo la razón por la cual no lo he logrado aún, podré cambiar mi realidad y generar “otro porqué” que sea el que me lleve hacia mi meta o, por lo menos, me acerque a ella. La clave está en ser conscientes de que esos “porqués”, esas “causas” son generados y potenciados por mí misma única. Los demás sólo han sido “marionetas” que me han “llevado” a la situación en la que me encuentro en estos momentos. Han sido el reflejo de cómo he pensado interiormente y el efecto de mis pensamientos y mis comportamientos.
Por ejemplo, si no he llegado a tiempo a un concierto. No ha sido el conductor del autobús que ha conducido muy despacio. No ha sido el director del concierto que ha decidido empezar antes. No ha sido el jefe que me ha hecho salir tarde del trabajo. He sido yo con mis acciones, mis creencias, mis pensamientos quien ha generado esa realidad. Y sólo desde ahí puedo cambiar mi realidad para vivir un futuro diferente al que he vivido ahora y me ha hecho llegar tarde al concierto.
Si hago responsable a los demás (el tráfico, el conductor, el jefe…), lo que estaré haciendo es darles la batuta de mi vida. Y esto me lleva a que sólo ellos puedan ser los que hagan que mi realidad sea otra. Con esta forma de pensar yo soy una mera marioneta accionada por otras personas y condicionada por las circunstancias que hay a mi alrededor.
¿Te gusta esta forma de ver la vida en la que tú no puedes hacer nada para que algo cambie? Seguro que tu respuesta es “NO”. ¿Quieres saber cómo hacer que todo cambie? La única forma de que tu realidad sea como la que realmente deseas, como la de tus sueños, es coger tú la batuta y ser quien tome las riendas de todas tus experiencias. ¿Cómo hacerlo?
Para empezar haciéndote responsable de todo lo que acontece a tu alrededor. Si seguimos con el ejemplo del concierto los “porqués” pueden ser muchos. ¿Has perdido el autobús? Tú has sido quien ha salido tarde de casa y por eso no has cogido el anterior autobús que era el que te llevaba a lugar del concierto a tiempo. Esto es simplemente viéndolo desde un hecho, pero si lo vemos con los Principios Herméticos podemos ir a más. Fíjate.
- Si lo analizas desde el Principio de Mentalismo puedes hacerte las siguientes preguntas: ¿Qué pensamientos has tenido sobre el concierto? ¿Pensabas que ibas a llegar a tiempo o no? ¿Te apetecía ir de verdad?
- También desde el Principio de Correspondencia nos encontramos con otras preguntas interesantes: ¿Qué relación tienes internamente con la puntualidad? ¿Y con el tipo de música que se va a tocar en ese concierto?
- ¿Qué CREENCIAS tienes sobre él? ¿Crees que va a ser de tu interés o no? ¿Vas a disfrutar en él? ¿Vas a encontrarte con gente agradable?
- Con el Principio de Vibración ¿Cómo vibras con ese tipo de música? ¿Te que te gusta de verdad? ¿Cómo te sientes al escucharla? ¿Vibras en la misma sintonía de la gente que va a ese tipo de conciertos?
- Con el de Polaridad lo mismo. ¿Has estado en el polo positivo de “me va a gustar” o en el negativo? ¿En qué polo estás habitualmente en situaciones como esta de estar con más gente?
- Y con el Principio de Ritmo exactamente igual. Para empezar, si has llegado tarde es porque no has tenido en cuenta los ritmos: el tuyo a la hora de arreglarte, el del horario y el recorrido del autobús…
- En el de Causa y Efecto ya hemos visto cosas, pero hay más. ¿Qué causas te han llevado a vivir ese efecto de no llegar a tiempo? ¿Habitualmente eres puntual o no? ¿Sabes poner límites a tu jefe para no tener que quedarte más tiempo de imprescindible y por el que te ha contratado?
- Y, por último, está el Principio de Género. ¿Has planeado el día para ir al concierto y luego has llevado el plan acabo? ¿Qué pensamientos y qué acciones te han llevado a llegar tarde al concierto? ¿Cómo era tu plan de acción?
Si te fijas, todo lo que acontece en nuestra realidad está relacionado con los Principios Herméticos. El problema es que no solemos tenerlo en cuenta, como en el caso del concierto que hemos usado en el ejemplo.
-Sara Estébanez-
Si quieres profundizar más en este tema, tienes el eBook que publicamos este verano: “El helado de Hermes”. En él vemos cómo actúan los siete principios herméticos en nuestra realidad. Aquí lo puedes ver.