¿Has jugado alguna vez al escondite? Estoy segura de que sí. ¿Te acuerdas de lo que decíamos cuando llegábamos a lo que denominábamos “casa”? En cuanto llegábamos decíamos corriendo “Por todos mis compañeros y por mí primero”. ¿Verdad? Pues esto es lo mismo.
En estos momentos difíciles en los que la pandemia nos tiene encerrados en casa, lo más importante es que nos encontremos bien. Pero además, es lo que dice el título de este artículo, “Por todos mis compañeros y por mí primero”. Pero de verdad, “por mí primero”. ¿Por qué? Porque si uno mismo no se encuentra bien, está bajo de ánimos y de energía, difícilmente puede ayudar a los de su alrededor.
Con esto no quiero decir que sólo pensemos en nuestros seres queridos. Para nada. Vuelvo a decir, nosotros los primeros.
En estos días nos están mandando infinidad de vídeos, artículos, meditaciones… relacionadas con el coronavirus. Está muy bien que nos informemos, que nos mantengamos al día de lo que está pasando. Pero tampoco saturarnos con todo ello. ¿Por qué? Fíjate. Te invito a que hagas este pequeño ejercicio. Ya sé que lo hicimos hace tres semanas en nuestro grupo de Empoderamiento Personal, pero hemos creído conveniente ponerlo aquí en el blog y profundizando más en él.
Siéntate tranquilamente, en un lugar relajado y tranquilo, donde sepas que nadie te va a molestar en un rato. Escucha tu cuerpo. Siente tu corazón, tu respiración, los latidos de tu corazón… Todo tu cuerpo al completo. Piensa en algo que te guste. Imagínate oliendo una flor, escuchando la música que más te gusta, haciendo aquello que tanto anhelas… Percibe las sensaciones que todo ello generan en tu cuerpo.
Ahora hazlo a la inversa. Piensa en le enfermedad, en tus seres queridos enfermos, en el mundo entero contagiado, en la infinidad de muertes que se están dando todos los días. ¿Cómo percibes ahora tu cuerpo? Estoy segura de que tu estado no será nada agradable. Tu respiración no será tan tranquila y reconfortante. Tus latidos se acelerarán. Puede que hasta parte de tu cuerpo se ponga tensa. De hecho, en estos momentos mucha gente padece de cuadros de ansiedad, insomnio, depresiones… ¿Por qué? Por centrarse en todo lo que está aconteciendo en estos momentos.
Vuelvo a decir. Estar informados está bien, es correcto si internamente lo sientes. Pero, por favor, no te satures con todo ello. No te ayudas a ti, ni a los de tu alrededor.
Imagínate un huevo. Imagina que cada uno de nosotros somos un huevo. Cuanto más atención pongas a cosas negativas, más frágil será tu cáscara y fácil será que te encuentres mal y enfermes. Por favor, dedica tiempo a hacer cosas que te llenen, que hagan sentirte bien. Es el mejor modo de encontrarte bien tanto física, como emocionalmente. Y, por qué no decirlo, y con fuerzas de ayudar a los de tu alrededor.
Que tengas un maravilloso día.
-Sara Estébanez-
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