– Estoy desesperada. Por más que lo intento, no consigo vender mi casa. Unos me dicen que están interesados, pero no cumplen con los pagos. La inmobiliaria lo ha dejado como si estuviese el tema zanjado y ya no sé qué hacer. Es todo engaño tras engaño.
– ¿Te puedo hacer una pregunta?
– ¡Claro! – Respondió inmediatamente.
– ¿En qué te centras? ¿Qué es lo que estás pensando en todo momento?
– En que no consigo vender la casa. – Contestó casi sin dejarme de terminar la pregunta.
– Ya, en que no consigues vender la casa.
– Sí.
– En lo que te centras es lo que consigues. Aquello en lo que pones tu atención es aquello que traes a tu realidad.
– ¿Cómo?
– Es simple Principio de Mentalismo, lo que pensamos es lo que atraemos. Nuestra vida es la consecuencia de nuestros pensamientos. En función de lo que pensemos, así actuaremos.
– ¡Pero el problema es que no consigo vender mi casa!
– Ya, y así seguirá siendo hasta que no cambies de forma de pensar sobre ello.
– No entiendo nada. Ahí ya me has dejado rota.
– A ver, veámoslo por pasos. Lo primero, ¿cuál es tu objetivo?
– Vender la casa.
– Segundo: ¿Has hecho algo?
– Sí, lo puse en una inmobiliaria. Aparecieron unos compradores, pero no consigo que firmen.
– Vale, no consigues que firmen. Ante ello, ¿qué has hecho?
– Mmnm… – Esa pregunta le dejó rota. – Nada.
– Bueno, ahí tenemos el comienzo del problema. Nuestra realidad es la consecuencia primero de lo que pensamos y después, de lo que hacemos. Si tengo frío, por mucho que piense que tengo frío y no hago nada, no conseguiré estar caliente. ¿Cuál es mi objetivo? Estar calentita. Pienso en estar a una temperatura que me resulte cómoda. Y después de pensar, voy a la acción. Me pongo más ropa, enciendo la calefacción, la chimenea. Lo que sea pero pienso en eso, en estar caliente, no en que tengo frío. Pienso en mi objetivo, no en mi estado actual que me desagrada.
– Sí, claro, eso es muy sencillo. Es instantáneo.
– Vale, vayamos a algo más a futuro, como es el caso de vender tu casa. Vayámonos a alguien que desea sacarse la carrera de medicina. Va a la universidad año tras año. Estudia asignatura tras asignatura. Pero si piensa que no puede lograrlo, en que va a fracasar, en que nunca logrará ser nutricionista, por más que estudie, no lo conseguirá. Siempre encontrará trabas que le pongan la zancadilla para lograrlo. Que si un profesor le tiene manía y siempre le suspende, que por más que lo intenta no logra hacer unas prácticas… Da igual, lo que se te ocurra, su permanente pensamiento de que no lo conseguirá nunca, le hará fracasar. – Escuchó fascinada por lo que le estaba diciendo. Internamente sabía que era cierto lo que le estaba diciendo, pero nunca había caído en la cuenta.
– Lo que pensemos y hacemos hoy es la base de nuestra realidad de mañana. No sólo lo que hacemos.
– ¿Y qué hago?
– Usa tu imaginación. De pequeños siempre estábamos soñando. Ahí en las nubes imaginando miles de cosas. ¿Por qué no haces tú lo mismo? ¿Por qué no sueñas como la niña que eres cómo estás firmando la venta de tu casa? Eso no quita que hagas lo que sea con la inmobiliaria o los compradores. Pero usa también tu mente. Imagina ese sueño ya cumplido.
Una sonrisa se dibujó en su rostro.
– ¿Te has fijado? Sólo con imaginar que la vendes tu semblante ha cambiado. Eres otra persona. Tu vibración es otra. ¿Cómo te encuentras visualizando la venta de la casa?
– Sin palabras. Me siento tan bien, tan descansada.
– Pues haz lo mismo siempre que puedas. Trae a tu mente de niña ese sueño ya alcanzado. Juega con él. Míralo, experiméntalo, siéntelo en todo tu cuerpo como algo que ya está en ti. No como una añoranza, sino como un logro, una meta conseguida. Hasta pues soñar con lo que vas a hacer después de que lo logres. Pero lo mismo, viviéndolo como algo que ya está alcanzado.
-Sara Estébanez-
También puedes seguirnos y ver nuestras publicaciones en:
https://www.facebook.com/relacionesdepareja
https://www.facebook.com/comprendiendolarealidadcom
https://www.instagram.com/sexualidad_crecimiento/