Hay miles de leyes que rigen nuestra existencia seamos conscientes de ellas o no. Este es el caso de las leyes de la gravedad, la de la inercia, la ley de Newton o principio fundamental de la dinámica, la del electromagnetismo, la nuclear y unas cuantas más. Todas ellas son bien conocidas por la física y están actuando en todo momento. Condicionan nuestra vida aunque no seamos conscientes de ellas o no sepamos de su existencia.

Sin embargo, también hay otros principios que la física no contempla y que la mayoría desconoce. Este es el caso de los principios herméticos enunciados por Hermes Trimegisto, considerado el Padre de la Sabiduría en el antiguo Egipto antes de la era Cristiana. Todas sus enseñanzas permanecieron ocultas. Sólo unos pocos pudieron disfrutar de su sabiduría de forma oral. Fueron más tarde tres discípulos suyos los que recopilaron toda su información en un libro llamado “El Kybalion”. En él encontramos un conjunto de axiomas que rigen y condicionan nuestra realidad. Estos son:

  • El Principio de Mentalismo
  • El Principio de Correspondencia
  • El Principio del Ritmo
  • El Principio de Polaridad
  • El Principio de Vibración
  • El Principio de Causa y Efecto
  • El Principio de Género

El Principio de Mentalismo textualmente dice que “EL TODO es Mente; el Universo es mental”. Según éste, nuestra realidad está condicionada por lo que pensamos a cada momento. Son nuestros pensamientos los que crean y generan nuestras experiencias. De hecho en este principio es en el que se basa La ley de la Atracción cuando nos enseña a atraer a nuestras vidas aquello que deseamos. La clave está en si lo que pensamos es lo que realmente deseamos y en los sentimientos que dichos pensamientos generan en nosotros.

Comprender este principio nos permite tomar la batuta de nuestras vidas y crear lo que realmente deseamos para nosotros. Pero claro, no siempre el fácil. Si tomamos las riendas de todo lo que nos acontece, no podremos culpar a los demás de nada de lo que nos suceda. Tendremos que responsabilizarnos de Todo.

Después, está el Principio de Correspondencia el cual afirma que “Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba”. Si consideramos “arriba” a nuestra mente, y “abajo” a nuestro cuerpo, nos es muy fácil entender este principio. Si nos ponemos a pensar en algo negativo, nuestro cuerpo se contraerá y se tensionará. Tanto es así, que la mayoría de las dolencias físicas que padecemos, tienen un origen mental emocional. Nuestra mente es la que ha generado ese desarreglo de nuestro cuerpo.

 Y es más, lo mismo podríamos decir con “dentro” y “fuera” diciendo “como es adentro, es afuera”. ¿Por qué? Porque nuestra realidad está generada y creada por nuestros pensamientos. Si yo voy pensando en que me van a atracar, las posibilidades de que aparezca un atracador y me saque una navaja son casi del 100%.

También está el Principio de Vibración el cual señala que “vibraciones iguales vibran juntas”. Y en realidad es así. ¿No te ha pasado alguna vez que has visto a alguien y te ha dado “malas vibraciones”? Esto es simplemente porque vuestras vibraciones eran diferentes, vibrabais en diferente onda. Y lo mismo a la inversa. Seguro que alguna vez te han presentado a alguien y sin conocerla de nada era como si ya os conocieseis de toda la vida y vuestra amistad fuese eterna. ¿A que sí? Pues en este caso era porque esta persona y tú estabais vibrando en la misma onda.

Este principio lo conocen muy bien los músicos. Es la razón por la cual antes de ponerse a tocar juntos, afinan sus instrumentos. Para todos vibrar en la misma onda, a la 440.

Muy relacionado con este principio está el Principio de Polaridad el cual defiende que “Todo es doble; todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos.” Y nosotros, conscientemente o no, lo usamos todos los días. Cuando hablamos de hombre o mujer, cuando, bueno o malo, alto o bajo, cerca o lejos, calor o frío. Vivimos en el mundo de los opuestos.

En él, todo depende del “grado”. ¿Dónde está el límite entre cerca y lejos? ¿Y el límite entre calor y frío? ¿Cuándo pasamos de un lado al otro? Según “El Kybalion” la clave está en salir de dichos opuestos y vivir en la “No dualidad”. Salirnos de la dualidad para estar en el Todo.

Pero claro, hay muchos opuestos. De hecho, la humanidad vive en los opuestos cuando hablamos del género. El Principio de Género rige nuestra realidad. Sin hombres y sin mujeres, la raza humana se extinguiría. Somos la suma de los dos polos aunque luego al nacer pertenezcamos a uno de ellos. De ahí sacamos las cualidades femeninas y las masculinas y todo lo que asignamos y caracterizamos de cada uno de ellos.

Tampoco podemos olvidarnos del Principio del Ritmo dice textualmente “Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso; todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento hacia la derecha es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación”.

 Si te fijas, todo está regido por este principio de Ritmo: los días, las estaciones, el año, nuestra respiración, un embarazo, la lectura de un libro… Todo. Cada cosa tiene su propio ritmo, su propia velocidad. Comprender este principio nos permite planificar nuestras vidas y saber lo que viene después.

 Por último, está el Principio de Causa y Efecto el cual afirma que “Toda causa tiene su efecto, todo efecto tiene su causa”. Y así es. Muchas veces, nos quejamos del efecto (de lo que estamos experimentando), pero no vamos a la causa. No vamos al por qué de lo que estamos viviendo. Si mirásemos y buscásemos dónde está el origen, podríamos cambiar aquello que no nos gusta y generar la realidad que en verdad deseamos. Pero no, es mucho mejor culpar a los demás y no tomar la rienda de nuestras vidas.

 Todo sucede de acuerdo con la Ley. Cuando una persona tiene un problema y éste le hace sufrir, es porque NO cuenta con la información necesaria para superar dicho problema. Sólo cuando uno conoce los porqués y toma las acciones necesarias, puede resolverla. El Conocimiento de estos principios te da el Poder para crear la realidad que tú deseas.

Si quieres profundizar más en ellos y aprender a usarlos en tu propio beneficio, puedes apuntarte a nuestros talleres de “Comprendiendo la Realidad” y “Comprendiendo la Realidad en Pareja”.

Te esperamos

 

-Sara Estébanez-