En nuestra vida todo se mueve. Pasamos por momentos buenos y por otros menos buenos. Hay cosas que nos gustan y otras que nos disgustan. Personas, situaciones, experiencias, lugares… Unos hacen que nuestra vibración suba y otras hacen que baje.

Aquellas con las que no vibramos tanto hacen que nuestra vibración baje. Cuanto más nos desagrade, más bajará nuestra vibración. ¿Que se puede controlar ese “bajar de vibración”? Sí. Ya lo estuvimos viendo en este artículo En él hablamos de cómo el visualizarnos dentro de un huevo impenetrable nos ayudaba a protegernos de aquellas personas con las que no vibramos. Esto mismo se puede hacer cuando os encontremos en situaciones que nos desagradan, pero no siempre nos resulta tan fácil. De hecho, en muchas ocasiones nos encontramos tan sumidos en esa experiencia que nos está desagradando, que se nos olvida protegernos e impedir que todo aquello que estamos experimentando nos afecte. ¿Consecuencia? Nuestra vibración baja. Cuanto más nos desagrade esa situación, más bajará nuestra vibración y nos encontraremos con menos energía. ¿Qué hacer cuando sucede esto? Sigue leyendo.

En nuestra vida siempre hay cosas que nos gustan más y otras menos. Todas ellas las percibimos con nuestros cinco sentidos. Piensa en ellos.

La vista. ¿Cuál es tu color preferido? Viste todo de ese color. Usa ese color para todo: ropa tuya, de casa, flores, alimentos, mandalas… Todo lo que se te ocurra. ¿Qué cosas te agradan ver? ¿Ver una película romántica? ¿Leer un libro de misterio? ¿Obras de arte? ¿Animalitos? Elige lo que más te guste ver y haz que ello llegue a ti. Ve esa película, mira un libro de ese tema, vete a un museo, a un al campo, a un zoo o simplemente al parque de debajo de tu casa.

El gusto. ¿Qué sabor te gusta más? ¿Dulce? Toma dulces, chicles o caramelos de ese sabor, helados, yogures… ¿Salado? alimentos de ese tipo. ¿Cuál es tu comida preferida? Prepárala en casa. Vete a un restaurante especializado en ese plato. O al restaurante que más te guste. ¿Sabes qué alimentos son los que más te reconfortan? Tómalos. Degústalos.

El tacto. ¿Con qué tipo de ropa te sientes más cómodo? ¿De qué material? ¿Algodón? ¿Seda? Tú eliges. Viste con ella. Pon las sábanas que más te gusten en la cama. El mantel. ¿Te gustan los masajes? Date tú uno o pide que te lo den. ¿Un baño de espuma?

El olfato. ¿Cuál es tu olor preferido? Úsalo en una colonia, un perfume, una vela, un incienso, un jabón, suavizante… Lo que sea que te permita percibir ese aroma que tanto te agrada. ¿Cuál es tu flor preferida? Cómprate un ramo de flores y disfruta de esa fragancia inundando tu casa.

El oído. ¿Qué sonidos son los más reconfortantes para ti? ¿Cuál es tu música preferida? ¿Te gusta tocar un instrumento? Tócalo. ¿Te gusta el canto de los pájaros? Vete a un parque o al campo para disfrutar de sus cantos. Haz que vayan hacia ti. Échales un poco de pan, alpiste… Podrás percibir mejor sus bellos trinos.

Acércate a todo aquello con lo que más te sientas identificado. Usa los cinco sentidos para identificarlo y ve hacia ello. Esto te ayudará a elevar tu vibración.

-Sara Estébanez-

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