– ¿Dónde estás? ¿En el día de hoy? ¿O en otro sitio?

– No sé a qué te refieres.

– Me estás contando que ayer tus compañeros de trabajo te hicieron no sé qué. Que en la anterior empresa en la que trabajaste también te pasó. Tus compañeros se reían de ti y te dejaban en entredicho delante del jefe.

– ¡Sí! Es que fue así.

– ¿Y ahora?

– ¡Qué narices ahora! Cuando trabaje en otro sitio voy a ir rompiendo desde el primer día y poniéndome por encima de mis compañeros antes de que ellos me pisen. Es la mejor forma de hacer que te respeten, imponerte al otro.

– ¿Estás seguro? No lo tengo tan claro, pero volvamos a lo que te decía antes. Me estás hablando de lo que ha sucedido en tu pasado y de lo que vas a hacer en el futuro. Pero, ¿dónde está el presente? No lo mencionas. Sin embargo, es el único que está aquí. Sólo está el aquí y ahora. Lo que pasó pasado está. Ahí está, en tu historia personal, pero no lo puedes cambiar. Las experiencias que tuviste fueron las que fueron. Pero por mucho que pienses en ellas, que las maldigas, que digas que vas a hacer o dejar de hacer. Están ahí, inmutables.

– Pero es que me hicieron mucho daño.

– Sí. Será cierto. Pero por mucho que pienses en ello no vas a poder cambiar las experiencias que has tenido. Puedes cambiar el cómo las ves, pero no lo que sucedió. Y lo mismo pasa con el futuro. El futuro tampoco está aquí. No lo puedes cambiar. No por nada, sino porque no sabes cómo será. Pero, sobre todo, porque no lo estás viviendo. No está aquí contigo el próximo trabajo en el que estarás. Ahora mismo estás en el que estás. Y es ahí donde puedes hacer lo que crees que deberías hacer. Es ahora, es hoy donde estás. ¿Qué no te gusta lo que experimentas? Pues algo deberás hacer. Pero insisto, HOY. Sólo existe el aquí y ahora.

– Pero si mañana….

– ¿Si mañana qué?

– Si mañana no me impongo me pisotearán como lo están haciendo ahora.

– ¿Y cuándo va a ser mañana? Sí, según tú será cuando te vayas a tu nuevo trabajo. ¿Y qué vas a hacer hoy? Tu objetivo es que te traten bien tus compañeros de trabajo. ¿Verdad? ¿O es irte a otro sitio a trabajar?

– Que me traten bien.

– Entones pregunto. ¿Por qué no hacer hoy algo para fomentar el que te respeten en el trabajo? A lo mejor, si lo arreglas, puedes disfrutar plenamente de tu trabajo, que te encanta. Entonces, no tienes que cambiar de empresa. ¿Y si allí no te gusta lo que haces? Es hoy cuando puedes empezar a dar el primer paso para que te respeten. Piensa en un corredor. Sí, quiere correr la maratón en las olimpiadas. Pero si no se entrena, si hoy no va a correr, no podrá lograr su meta. Pero es hoy cuando puede se puede preparar, no mañana o pasado. Imagínate que está en las olimpiadas. Como vive en el pasado o en el futuro, cuando suene el pistoletazo de salida de la carrera no se pondrá a correr. Estará en su mundo de fantasía. No realizará la carrera, con lo que no la ganará. ¿No te parece?

– Sí. Si no corre no gana.

– Pues tú lo mismo. Si no haces que te respeten hoy, no lo vas a conseguir. Deja de vivir en el pasado o en el futuro y piensa qué puedes hacer HOY para lograr que te tengan en consideración.

 

-Sara Estébanez-

 

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