– ¡¡Estoy cansada!! ¡Mi pareja me tiene hasta las narices! Todos los jueves pasa olímpicamente de mí. Que si me voy a tal sitio, a cual, con unos o con otros. La cosa es no estar conmigo los jueves. Es como si yo ni existiera. El resto de días perfecto, pero los jueves desaparezco de su mapa mental.
– ¿Tú crees que desapareces de su mapa mental?
– ¡Claro! – Afirmó rápidamente.
– Mira que lo dudo, pero bueno, pongamos que es cierto, que desapareces de su mapa mental. ¿Qué significa eso para ti?
– Pues que no me quiere. – Dijo entre sollozos. – Si me quisiera, no buscaría ninguna excusa para no estar conmigo, estaríamos los dos juntos.
– ¿Y qué haces todos esos jueves que tienes “libres”?
– ¿Cómo que tengo libres?
– Sí. Si no estás con tu pareja estás libre de tu pareja. Puedes hacer lo que quieras. ¿Qué haces todos esos jueves?
– Pues nada, lo de siempre. Estoy en casa, aburrida, tirada en el sofá viendo la televisión, leyendo un libro.
– ¿Y disfrutas?
– Pues no mucho. Hay días que sí, pero por lo general me aburro como una ostra.
– ¿Y con tu pareja? ¿Puedes compartir con ella todo lo que te gusta, todo lo que te apasiona? ¿Ir al teatro, a un spa, de compras? ¿Tomarte un café con tus amistades de antes, cenar con ellos?
– ¡No! El teatro ni se lo menciones y algunos amigos ídem de ídem.
– Y yo pregunto. ¿Podrías hacer los jueves alguna de todas estas cosas que te encanta hacer y que no puedes compartir con tu pareja?
– Mmm… Sí. – Respondió entre dientes a la vez que sus ojos se abrieron como platos. Se había dado cuenta de que podía invertir esos días en hacer todas esas cosas.
– ¿Te has dado cuenta? Los jueves también pueden ser tu día libre, tu día dedicado para ti misma y tus pasiones. Tú sabrás. Está en ti elegir cómo ver los jueves. Como una pérdida de tiempo y un “no me quiere” que te lleve a la frustración y el desánimo. O como un tiempo para regalarte a ti misma. Todo lo que hacemos tiene sus pros y sus contras, sus ventajas y sus inconvenientes. En nuestra vida suceden un montón de acontecimientos. Unos nos parecen bien. Nos alegramos por ellos. Los celebramos. Y otros los valoramos como negativos. Nos enfadamos. Nos frustramos. Y nos lleva a la discusión.
– Esto ya me lo has dicho más de una vez, “vivimos en un mundo dual”. Bueno – malo, bonito – feo…
– No sólo eso. Todo es dual. Pero de ti depende en cuál de los dos polos te pones. Todo parte de según cómo lo mires. ¿Desde lo que ganas, o desde lo que pierdes? ¿Qué ganas teniendo los jueves libres? Sí, no estás con tu pareja. Pero ese “no estar con tu pareja”, que en principio lo valoras como negativo, se puede convertir en positivo ¿Cómo? Pensando en lo que ganas con ello. ¿Qué te aporta? Tienes un día libre para ti misma y puedes hacer cosas que antes pensabas que no podías. En nuestra vida todo es así. Es un “gano – pierdo”. Nosotros elegimos desde qué lado queremos verlo.
-Sara Estébanez-
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